Descripción
Mi interés en la procrastinación brotó después de tener el Insight que me permitió percibir que en gran parte de mi existencia, había vivido y sufrido las consecuencias de los procrastinadores. Olvidos de reuniones y fechas de importancia familiar, falta de concentración, distracciones por doquier, pagos olvidados, preferir proyectos interesantes por otros aburridos, fueron algunos de los problemas. A pesar de ello, me titulé de ingeniero civil electricista. Sin embargo, creo haber destinado a esto más esfuerzo del normal, siempre haciendo las cosas a última hora, y en el límite de los plazos
Sobre el autor
Benjamín Chacana Ponce, Ingeniero Civil Electricista de la Universidad de Chile, Magister en gestión de operaciones de la Universidad Mayor, Diplomado en Docencia en Educación Superior de la USS, fue profesor de la Universidad de Chile en el Departamento de Matemáticas de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas, actualmente dicta clases de cálculo y matemáticas en universidades privadas. Autor del libro “Calidad total, anticipación visionaria de Gabriela Mistral”, descubrió una faceta desconocida de Gabriela Mistral y la relacionó a modernos sistemas de administración. Fue presidente sindicato de ingenieros Inter empresas de Chilectra Metropolitana, Chilgener y Chilquinta. Trabajó como ingeniero en la Dirección Eléctrica Metro de Santiago, en la Gerencia de Planificación de Chilectra Metropolitana y Gerente operaciones pesquera FRIOSUR en Puerto Chacabuco del grupo Del Río. Como Gerente General de Newbrain S.A. consultora de recursos humanos, desde 1985 asesoró a empresas públicas y privadas en mejora continua, calidad total y reingeniería, alcanzando gran prestigio. Desde el 2012 lidera como presidente de la Corporación Profesional de Alzheimer y otras Demencias COPRAD, organización sin fines de lucro para impulsar políticas públicas, junto a un equipo profesional multidisciplinario. A partir de 1990 se dedicó a investigar sobre la procrastinación, comprobando en sí mismo el arte de procrastinar con el costo de demorarse más de diez años en publicar este ensayo. Vivió en carne propia el significado del arte de postergar. El percatarse de que era un procrastinador por naturaleza, le permitió entender complejas situaciones que le dificultaron el logro de sus objetivos y la convivencia diaria personal y laboral que aún le merecen reflexión y entendimiento. Gracias a esto pudo comprender y empatizar con sus estudiantes de cálculo y matemáticas de pregrado con dificultades de aprendizaje en las universidades en que dicta catedra y guiarlos en sus estudios. Su formación de ingeniero le permitió asociar y modelar el comportamiento de una persona que procrastina con el proceso estocástico de Markov, que permite asociar el estado “no procrastina” a un sujeto que está trabajando y al que usa el celular o deja de trabajar el estado “que procrastina”. Es decir, transita probabilísticamente en dos estados: up (trabaja) = no procrastina y down (no trabaja) = procrastina. En el transcurso del día una persona peregrina de un estado a otro.
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